jueves, 23 de octubre de 2014

EL PRIMER ASESINATO DE LA NARCOPOLITICA EN MÉXICO



Entre 1982 y 1985, José Antonio Zorrilla corrompió la Dirección Federal de Seguridad, una política ya caracterizada por su proceder autoritario y violento. En los tres años en que la tuvo bajo su mando, la autoritario y violento. En los tres años en que la tuvo bajo su mando, la puso al servicio del narcotráfico y él mismo se enriqueció encubriendo, protegiendo y extorcionando a las bandas delincuenciales. Cuando supo que el periodista Manuel Buendía, de quien su reputaba amigo, se aproximaba a documentar ese nexo perverso entre la policía encargada de la seguridad nacional y los más peligrosos delincuentes de aquella época, simplemente lo mandó matar. Con personal a sus órdenes planeó y cometió, el 30 de mayo de 1984, uno de los crímenes que mas han conmovido a la sociedad mexicana. Y como es una escena teatral, propia de una novela, él mismo organizó y presidió el funeral del columnista más influyente del país. Manuel Buendía fue de ese modo la primera víctima de la colusión entre las corporaciones policiales y la narcodelinciencia. Sólo asesinándolo, y por la espalda para que no pudiera defenderse, se consiguió que callara. Su muerte significó también que llegara a la cúspide de su influencia social, producto de la construcción de una personalidad que aqui se narra, en su doble perspectiva humana y profesional.

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