José Maria Morelos |
Siendo cura de Carácuaro atendió a varias comunidades de bajos recursos, junto con los pueblos de Nocupétaro y Acuyo.
Estando en Carácuaro tuvo noticias de la guerra de los insurgertes. decidiendo apoyar la lucha se dirigió a Valladolid en busca de su maestro Miguel Hidalgo, el cual lo entrevista en Charo, dirigiéndose a indarapeo, donde es nombrado lugarteniente del ejército insurgente. El 20 de octubre Hidalgo entregó a Morelos el siguiente nombramiento: "por el presente comisiono en toda forma a mi lugarteniente el bachiller don José María Morelos, cura de Carácuaro para que en la costa del sur levante tropas, procediendo a las instrucciones verbales que le he comunicado".
Inmediatamente Morelos regresa al curato de Carácuaro, acompañado de un solo criado y llevando por todo armamento una escopeta de dos tiros y un par de trabucos, donde organiza su primer contingente armado, con los hombres:
1.- Félix Hernández, a quien hizo su secretario, 2.- Gregorio Zapien, su asistente. 3.- Vicente Guzmán, 4.- Gregorio Velázquez, 5.- Francisco Zamarrieta, 6.- Benito Melchor de los Reyes, 7.-Máximo Melchor de los Reyes, 8.- Roque Anselmo, 9.- Francisco Cándido, 10.-Marcelino González, 11.-Andrés González, 12.-Román de los Santos, 13.- Francisco Espinosa, 14.- J. Concepción Paz, 15.- Teodoro Gamero, 16.- Bernardo Arreola.
afinalesw de octubre sale con su gente de Carácuaro a Huetamo, en la cercanía de Uspiuo, comunidad vecina al poblado, le comunicaron que la guarnición de la comunidad ya había evacuado la plaza.
En este lugar escribió uno de sus primeros documentos históricos que reflejan su visión como estratega militar, dirigido a un compadre suyo en Nocupétaro.
Señor don Francisco Díaz de Velazco
Rancho la Concepción, Nocupétaro
Mi distinguido compadre, anteayer llegué a esta con dieciséis indígenas armados de Nocupétaro y hoy me encuentro con doscientos noventa y cuatro de a pie y cincuenta de a a caballo. Veo con sumo interés escoger la fuerza con que debo atacar al enemigo, más bien que llevar a un mundo de gente sin armas ni disciplina.
Cierto que pueblos enteros me siguen por la lucha por la independencia, pero les impido diciendo que es más poderosa su ayuda labrando la tierra para darnos el pan a los que luchamos y nos hemos lanzado a la guerra.
Es grande la empresa en que nos hemos empeñado, pero nuestro moderador es dios, que nos guía hasta ponernos en posesión de la tierra y libertad.
Usted desde su lugar prestará los eminentes servicios que le encomendé y desde luego espero que con este correo me diga el movimiento del enemigo en nuestro pueblo y la hacienda de San Antonio, que no dudo esta finca es hostíl a Nocupétaro.
Me acompaña el indio Marcelino González, y quien como usted sabe dispuso de trescientos pesos del Estado, y aseguró este pago con el rancho la Concepción. Le ordeno a usted, por la presente, que venda de mis intereses los que fuere necesario para sacar los trescientos pesos a que me refiero para hacer dicho pago y haga la entrga de ese rancho de la Concepción al señor Mariano Melchor de los Reyes. gobernador de indígenas de dicho pueblo. Lo que sobra de mis intereses lo partirá por igual a sus dos hijas, mis ahijadas Maria Y Guadalupe.
Dios guarde a usted muchos años.
J. M. Morelos
Morelos en Huetamo fue recibido por el pueblo, el subdelegado y demás autoridades con grandes muestras de júbilo, de quienes abrazaban la lucha por la independencia.
En la plaza principal de lo que hoy es el jardín Hidalgo, Morelos expuso la urgencia de sacudirse el yugo español, el pueblo en masa acudieron a inscribirse , de los cuales solo se escogieron doscientos noventa y cuatro de a pie y cincuenta de a caballo. Morelos le puso por nombre a este contingente, "Batallón de Huatamo" dándole como jefe a Igancio Ayala, nativo del rancho de Uspio y por segundo a José Silverio Núñez.
Con respecto a Ignacio Ayala, Morelos lo ascendió a Mariscal y después a intendente de Técpan, quien le tuvo una gran estimación, llegando a decir de él en una carta escrita desde Huatamo el 4 de diciembre de 1813 y dirigida a Carlos M . de Bustamante que " Ignacio Ayala a llevado la tercera parte del peso de la conquista del sur, por ,lo que no puedo desatenderme de encargárselo más que a mí mismo.
Ayala dió su voto para que Morelos fuera electo generalísimo por el congreso en 1813, sin embargo cayó de la gracia de Morelos y se le separó del cargo de intendente por haberse aprovechado del puesto para hacer dinero. en Petatlán fue arrestado por los realistas y se le fusiló en Tixtla en 1814.
Retomando el momento de llegada de Morelos a Huatamo, se dice que durante su estancia fue eufórica. Se les ayudó en lo económico y en la construcción de armas blancas.
Varios días tardó Morelos en Huetamo, hospedándose en una de las casas del portal Hidalgo. Durante su estancia por este lugar, uno de sus familiares se casó con la joven Juliana Luviano, con gran algarabía de los lugareños.
El recorrido histórico ya es leyenda, pero se cuenta que de los que salieron a la lucha solo regresaron veintinueve personas, entre las mencionadas se encuentra Leodegario Millán, el cual traía grado de general, nombramiento otorgado por don Vicente Guerrero.
Los héroes pulcros y olvidados huetamenses, siempre terminaron igual o peor, ayudando a resolver problemas políticos que nunca les aflojaron el yugo económico.
El 22 de diciembre de 1815 el caudillo del sur es fusilado en San Cristobal Ecatepec, el jefe de la revolución moría, la Independencia de México, seis años después resultaría ser un negocio perfectamente hispánico, entre Europeos y gentes nacidas en América. una lucha política dentro de la misma clase reinate.
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