lunes, 20 de octubre de 2014

CONSTITUCIÓN DE 1814

 BICENTENARIO DE LA CONSTITUCIÓN DE APATZINGÁN

22 DE OCTUBRE




Existen varios motivos en nuestra historia regional, que pueden ligarse a la Constitución de 1814, derivados desde luego, de la presencia en esta porción del país, de tres de los autores del documento constitucional de Apatzingán, el primero don Ignacio López Rayón, originario de Tlalpujahua, Michoacán, que en septiembre de 1812, celebrara en Huichapan, por primera vez, el grito de Independencia en una ceremonia puntualmente descrita en el llamado "Diario Rayón", que escribiera su secretario particular don José Ignacio Oyarzabal.

El segundo personaje, ligado también a ese hecho fue el licenciado Andrés Quintana Roo, nacido en la Ciudad de Mérida, Yucatán y casado con la heroína Leona Vicario, quien acompañó a Rayón a Huichapan a donde llevó la pequeña imprenta de madera, en la que los insurgentes publicaban bandos, decretos y el periódico "El Ilustrador Americano" cuya edición del 16 de septiembre de 1812, fechada en el Palacio Nacional de la América Libre -ubicado temporalmente en Huichapan- describió la situación del movimiento independentista y ponderó las acciones llevadas por los Villagrán, Julián y su hijo "El Chito". 

Finalmente se encuentra don Carlos María de Bustamante, un extraordinario Oaxaqueño que luchó en los llanos de Apan y Puebla, al lado de José Francisco Osorno, antes de enrolarse con el Padre Morelos. La descripción de aquellos años al lado del guerrillero apanense, permite aquilatar el gran conocimiento que adquirió de esta región, una de las más importantes proveedoras de semillas y pulque a la Ciudad de México -esta bebida servida lo mismo en las mesas de los españoles, que en las de los indígenas o mestizos, por ser la única que podía beberse en una ciudad que carecía por completo de agua potable, al menos en la cantidad necesaria para la gran capital del virreinato- se hizo no solo indispensable, sino vital.

Como integrantes del Congreso de Anáhuac, López Rayón, Quintana Roo y Bustamante, fueron representantes indirectos de los ciudadanos de las regiones de Huichapan, Itzmiquilpan, los Reales de Minas de Pachuca y Real del Monte, así como de las múltiples haciendas agrícolas de los llanos de Apan y Tulancingo. Todos estos sitios fueron conocidos ampliamente durante su temporal estancia por estos rumbos.

Otro hecho, trascendental en la historia del Congreso de Chilpancingo -etapa crucial en la discusión del documento constitucional- fue el que gran parte de su sostenimiento se logró mediante las barras de plata que Osorno y los suyos, lograron como botín en la toma de Pachuca, el 23 de abril de 1812, de las que poco más de ciento diez fueron entregadas por Osorno al generalísimo Morelos, el 13 de octubre de 1812 en la Hacienda de Ozumba, cuyo contenido sirvió para sufragar los gastos de al menos una de su campañas y desde luego los gastos para propiciar que los integrantes de Congreso, entonces reunido en Chilpancingo, tuvieran alimentos y cobijo mientras discutían la Constitución que se promulgaría el 22 de octubre de 1814.

No debe olvidarse que doña Leona Vicario recibió al triunfo de la Independencia como indemnización por los bienes e inversiones que le fueron incautados en 1813, al ser considerada como infidente, la hacienda de San Francisco Ocotepec, ubicada en términos de los pueblos de Almoloya y Apan, sitio que administró y desarrolló hasta su muerte el 21 de agosto de 1842.

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