lunes, 20 de octubre de 2014

AÑO NUEVO PUREPECHA



AÑO NUEVO PUREPECHA









Hace 31 años que las comunidades purépechas de Michoacán recuperaron su tradición ancestral de celebrar el año nuevo conforme a su calendario, en el cual cada mes consta de 20 días y cada año de 18 meses, incluidos días aciagos de sacrificio, oración y culto a su principal deidad: el fuego.

La fecha que marca el cambio de ciclo para los purépechas es en el calendario ordinario el 2 de febrero, por lo que las cuatro regiones donde está asentada esta etnia se preparan para recibir el Fuego Nuevo que significa luz y prosperidad para el año que comienza.

La comunidad de Tarejero, fundada en 1128, se ubica en el municipio de Zacapu, en esta ocasión será la sede par recibir el año nuevo purépecha, en donde se estima que asistirán más de 10 mil personas, entre visitantes y originarios de las comunidades purépechas.

De acuerdo con Humberto Salvador Jerónimo, carguero (anfitrión) de Tarejero, esta comunidad como muchas otras se encuentra en una crisis de identidad y de pérdida de sus tradiciones, y una de las razones es que poco a poco se ha abandonado el uso de la lengua purépecha.

Es por ello que la celebración del Kurhikuaeri K’uinchekua (Fuego Nuevo, en purépecha) es una oportunidad para revalorar las costumbres más arraigadas en estos pueblos indígenas.

La festividad hace una exaltación de los tres símbolos principales de la cultura purépecha, el primero es la piedra piramidal donde se hace el registro de los 18 meses del año.

El segundo es la bandera purépecha, donde están representadas con diferentes colores las cuatro regiones indígenas: el morado simboliza la Ciénega de Zacapu; el azul, la ribera del lago de Pátzcuaro; el amarillo, los Once Pueblos y el verde, la Meseta Purépecha.

El tercero es el bastón de mando, que cada año se pasa a los cargueros que reciben el Fuego Nuevo.

Salvador Jerónimo dio a conocer que desde el sábado 25 de enero iniciarán las actividades culturales y artísticas en Tarejero, entre las que destacan ponencias, talleres, exposiciones fotográficas, presentaciones de danza, pirekuas y exhibición de artesanías y elevación de globos de Cantoya.

El día 31 a las 5 horas, partirá de Nahuatzen, anterior sede del Fuego Nuevo, la caminata hasta Tarejero para trasladar los símbolos purépechas, con lo que iniciarán los rituales tradicionales para despedir el año durante el día 1 de febrero.

Alrededor de las 22 horas, el Consejo Purépecha dará a conocer qué comunidad será la recipiendaria del Fuego Nuevo para el 2015, y cerca de la madrugada se dará paso al nacimiento del Fuego Nuevo.

La celebración continuará toda la noche al estilo purépecha, es decir, con danza, música, comida y fiesta.

Salvador Jerónimo afirmó que la seguridad para los visitantes está asegurada, pues se trata de una fiesta mística que convoca a la unidad y a la comunión.

2 comentarios:

  1. BANDERA P’URHEPECHA

    “Enseña de un pueblo herido, . . . que nunca será vencido.”

    Provienes de noble cuna,
    Santa Fe de la Laguna,
    precioso, sagrado lienzo,
    preludio de un recomienzo.

    Las costuras, que te enmarcan,
    tu virtuosismo resaltan,
    reminiscencia de amores,
    cuatro campos de colores.

    Ciénega, tinte morado,
    Maíz, manjar adorado,
    que se preserve el idioma,
    materna lengua que aroma.

    Azul, la Región del Lago,
    pescado blanco, un halago,
    Yácatas en las riberas,
    memoria de viejas eras.

    Once Pueblos, la Cañada,
    luz de amarillo, . . . bañada,
    el Río Duero, serpenteando,
    la vida fertilizando.

    Meseta, bosques serranos,
    el verde y madera, hermanos,
    su fecundidad, promesa,
    de inestimable riqueza.

    Un escudo, bello emblema,
    rematado por un lema,
    voz, Juchari Uinapekua,
    frase que, al verso, se adecua.

    Significa: nuestra fuerza,
    palabras de raza tersa,
    simbolismo michoacano,
    herencia de un pueblo sano.

    Como el canto de un pireri;
    Dios del Sol, Curicaveri,
    transformado en obsidiana,
    fuego, brasa meridiana.

    Veinte flechas puntiagudas,
    medio cuerpo, sus figuras,
    hacia puntos cardinales,
    mensajes subliminales.

    Cuchillo, de piedra blanca,
    destino de esencia franca,
    filo que termina en punta,
    un puño, hacia el cielo apunta.

    Morena mano, cerrada,
    su poder será alborada,
    de aire, agua, tierra, fuego,
    por Michoacán es mi ruego.

    Tela de varias facetas,
    todas éllas muy concretas,
    primeramente nacer,
    después, en el bien crecer.

    Reproducirse, morir,
    a la eternidad partir;
    fiel, . . . P’urhépecha Bandera,
    a nuestra estirpe libera.

    De injusticia, de miserias,
    de traiciones, de tragedias,
    etnia de ancestrales sabios,
    olvidemos los resabios.

    Vinculados a Quiroga,
    con vigor, que el llanto ahoga,
    pasemos el trago amargo,
    ¡hay que salir del letargo!

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    Cherán, Michoacán, México, julio del 2011
    Dedicado al diseñador de la Bandera P’urhépecha, el pintor y muralista Don José Luis Soto González; réquiem a los indígenas asesinados el 17 de noviembre de 1979, en Santa Fe de La Laguna, por los ganaderos y guardias blancas de Quiroga.
    Reg. SEP Indautor No. (en trámite)

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  2. BANDERA P’URHEPECHA

    “Enseña de un pueblo herido, . . . que nunca será vencido.”

    Provienes de noble cuna,
    Santa Fe de la Laguna,
    precioso, sagrado lienzo,
    preludio de un recomienzo.

    Las costuras, que te enmarcan,
    tu virtuosismo resaltan,
    reminiscencia de amores,
    cuatro campos de colores.

    Ciénega, tinte morado,
    Maíz, manjar adorado,
    que se preserve el idioma,
    materna lengua que aroma.

    Azul, la Región del Lago,
    pescado blanco, un halago,
    Yácatas en las riberas,
    memoria de viejas eras.

    Once Pueblos, la Cañada,
    luz de amarillo, . . . bañada,
    el Río Duero, serpenteando,
    la vida fertilizando.

    Meseta, bosques serranos,
    el verde y madera, hermanos,
    su fecundidad, promesa,
    de inestimable riqueza.

    Un escudo, bello emblema,
    rematado por un lema,
    voz, Juchari Uinapekua,
    frase que, al verso, se adecua.

    Significa: nuestra fuerza,
    palabras de raza tersa,
    simbolismo michoacano,
    herencia de un pueblo sano.

    Como el canto de un pireri;
    Dios del Sol, Curicaveri,
    transformado en obsidiana,
    fuego, brasa meridiana.

    Veinte flechas puntiagudas,
    medio cuerpo, sus figuras,
    hacia puntos cardinales,
    mensajes subliminales.

    Cuchillo, de piedra blanca,
    destino de esencia franca,
    filo que termina en punta,
    un puño, hacia el cielo apunta.

    Morena mano, cerrada,
    su poder será alborada,
    de aire, agua, tierra, fuego,
    por Michoacán es mi ruego.

    Tela de varias facetas,
    todas éllas muy concretas,
    primeramente nacer,
    después, en el bien crecer.

    Reproducirse, morir,
    a la eternidad partir;
    fiel, . . . P’urhépecha Bandera,
    a nuestra estirpe libera.

    De injusticia, de miserias,
    de traiciones, de tragedias,
    etnia de ancestrales sabios,
    olvidemos los resabios.

    Vinculados a Quiroga,
    con vigor, que el llanto ahoga,
    pasemos el trago amargo,
    ¡hay que salir del letargo!

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    Cherán, Michoacán, México, julio del 2011
    Dedicado al diseñador de la Bandera P’urhépecha, el pintor y muralista Don José Luis Soto González; réquiem a los indígenas asesinados el 17 de noviembre de 1979, en Santa Fe de La Laguna, por los ganaderos y guardias blancas de Quiroga.
    Reg. SEP Indautor No. (en trámite)

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