En apenas 17 años, la vida de la joven activista pakistaní Malala
Yousafzai ha pasado por experiencias dignas de una vida más extensa.
Luchadora y combativa, Malala puso sus fuerzas en la exigencia de
derechos civiles en su país, sometido en algunas regiones por los
talibanes, agitando la bandera de la educación para las mujeres. Ese
activismo le costó un ataque por parte de un miliciano del PTT, un grupo
terrorista vinculado a los talibanes, que le disparó en reiteradas
ocasiones.
Malala fue operada y tratada en Reino Unido, donde continuó su lucha. La fuerza de sus argumentos y el poder de su mensaje hicieron que este viernes (10.10.2014) el Comité Nobel de Noruega le entregara el premio Nobel de la Paz, galardón que también recibió el indio Kailash Satyarthi, presidente de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil. El comité explicó que ambos merecían el premio “por su lucha contra la opresión de los niños y los jóvenes y por el derecho de todos los niños a recibir educación”.
Malala fue operada y tratada en Reino Unido, donde continuó su lucha. La fuerza de sus argumentos y el poder de su mensaje hicieron que este viernes (10.10.2014) el Comité Nobel de Noruega le entregara el premio Nobel de la Paz, galardón que también recibió el indio Kailash Satyarthi, presidente de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil. El comité explicó que ambos merecían el premio “por su lucha contra la opresión de los niños y los jóvenes y por el derecho de todos los niños a recibir educación”.
El Comité, que hizo entrega del honor en Oslo, añadió que “es importante
mencionar el punto de que un hindú y una musulmana, un indio y una
pakistaní, se unan en un esfuerzo común por la educación y en contra del
extremismo”. Malala se convierte, de esta forma, en la persona más
joven en haber recibido un Nobel. La marca anterior era del científico
australiano Lawrence Bragg, quien tenía 25 años cuando recibió el Nobel
de Física, en 1915.
Malala, en el colegio
Satyarthi, de 60 años, ha mantenido la tradición de Mahatma Gandhi y ha encabezado varias formas pacíficas de protesta, “centrándose en la grave explotación de niños con fines comerciales”, apuntó Thorbjoern Jagland, presidente del Comité Nobel noruego. “Se calcula que hay 168 millones de niños trabajadores en el mundo. En 2000 la cifra era 78 millones más grande. El mundo se ha acercado a la meta de eliminar el trabajo infantil”, dijo Jagland.
Malala, en el colegio
Satyarthi, de 60 años, ha mantenido la tradición de Mahatma Gandhi y ha encabezado varias formas pacíficas de protesta, “centrándose en la grave explotación de niños con fines comerciales”, apuntó Thorbjoern Jagland, presidente del Comité Nobel noruego. “Se calcula que hay 168 millones de niños trabajadores en el mundo. En 2000 la cifra era 78 millones más grande. El mundo se ha acercado a la meta de eliminar el trabajo infantil”, dijo Jagland.
No hay comentarios:
Publicar un comentario