En nuestros días se habla mucho de las enfermedades mentales, por
ejemplo, se dice que la depresión es el
"mal" que aqueja y aquejará a las sociedades del Siglo XXI;
continuamente escuchamos y leemos en las noticias sobre
"estrés", "adicciones", incluido el tema de moda
"bullying"; en resumen, se ha centrado la atención hacia la
enfermedad, como si el divulgar su existencia fuera, a manera de exorcismo, la
solución a todos estos trastornos, enfermedades o, técnicamente hablando,
psicopatologías.
El divulgar la existencia de este tipo de problemas que aquejan a la
humanidad es un mínimo y deficiente comienzo desde mi punto de vista, ya que el
enfoque se ha equivocado, usar el poder de los medios de comunicación para
difundir lo "malo", lo "enfermo" del ser humano, es por
supuesto altamente redituable para quienes buscan aumentar su
"rating", pero no para la población en general; centrar la atención
en la promoción de la salud mental es un enfoque que debería ser una
tarea no solo del psicólogo, sino de muchos protagonistas que
"educan" a los seres humanos, como los padres de familia, las
instituciones educativas, los medios de comunicación, las entidades religiosas
entre otros muchos.
La salud mental, ¿alguna vez te has detenido a pensar qué es ser
sano mentalmente? ¿Eres mentalmente sano?
Curiosamente en el mundo de las enfermedades mentales encontramos
discusiones sin fin para poder definir qué es enfermo o desviado, sin embargo,
ni siquiera hemos definido claramente lo que es sano, esto nos indica que
incluso nosotros los psicólogos tenemos un enfoque hacia lo
"desviado", lo morbosamente insano. Es por eso que a continuación
presentaré un primer acercamiento hacia la salud mental.
El ser humano como ser bio-psico-social, es una
entidad indisoluble, y debemos comenzar en ese orden:
La parte biológica del ser humano (su cuerpo) puede influir en la
aparición de patologías psicológicas, pero también en la mejoría de ellas, así
como en su prevención; "Mente sana, en cuerpo sano" no
es un adagio equivocado, cuidar tu salud física impacta en tu salud mental. En
cuanto a la salud física recibimos constante educación de parte de médicos,
nutriólogos, maestros, padres de familia, instituciones de salud, incluso de parte
de los medios de comunicación, por lo que no abordaré este tema.
En cuanto a la parte psicológica, es importante resaltar que desde el
término mismo no se conoce bien a bien qué se incluye en "lo
psicológico", sin embargo, si nos adentramos a las distintas
dimensiones de "lo psicológico" podemos encontrar las siguientes
áreas:
Área Intelectual-Cognoscitiva: una persona sana en este aspecto es: creativa,
con capacidad de solucionar problemas tanto en el plano abstracto como en el
plano concreto, mentalmente flexible ("open mind"), capaz de aprender
y adaptarse rápidamente a los constantes cambios del medio; desarrolla y
aprovecha sus propias habilidades y está consciente de sus limitaciones,
trabajando para mejorarlas; vive en congruencia con sus propias
ideas, sin embargo, es capaz de cuestionar y confrontar de manera
respetuosa esas ideas y creencias tanto propias como las de los
demás.
Área Afectivo-Emocional: una persona sana en este rubro es: segura de sí, se
acepta incondicionalmente y cuida de sí mismo (tanto en su integridad física,
como emocional, incluso espiritual); maneja adecuadamente sus emociones y
sentimientos, expresándolos de manera asertiva; se hace responsable de sus
pensamientos, emociones y sentimientos; es congruente entre lo que piensa,
siente y hace; en resumen se ama a sí mismo y es capaz de amar a los demás. La
salud emocional también implica la capacidad de permitirse ser feliz, de ser
optimista y proactivo.
Área Interpersonal-Social: una persona sana en esta dimensión es: capaz de
tener relaciones interpersonales cordiales, respetuosas, estables y duraderas;
establecer una relación cercana (íntima) con otro ser humano con las
características ya mencionadas; es productivo (trabaja, aunque no sea
remunerado); acata las leyes y normas de convivencia social; tiene conciencia
social y conciencia ecológica; practica los valores universales.
Para concluir este primer vistazo (de manera un tanto abrupta), la
promoción de la propia salud mental partiría de cuestionarme primero: ¿tengo
las características de una persona mentalmente sana? Habiendo ubicado cuáles
son estas características, preguntarme, ¿qué puedo hacer para ser
más sano en las áreas donde encontré oportunidades de crecimiento.
Si que necesitamos de la salud mental para lograr el equilibrio en las áreas en las que nos desenvolvemos, pues de otra manera nuestro desempeño no va a ser el optimo.
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