Formación de las nuevas naciones
Cuando concluyó el proceso de Independencia de la América española y portuguesa, surgieron los siguientes estados soberanos: México, Provincias unidas de América Central, Gran Colombia, Perú, Bolivia, Paraguay, Chile, Uruguay, la Confederación Argentina y el Imperio del Brasil.
La estructura económica y social en la que se fincada el poder de la clase dominante permaneció intacta. Los propietarios criollos, el alto clero, el ejército y los grandes terratenientes controlaron el poder. De este modo, el orden colonial subsistió en los países recién liberados. Los grupos indígenas, los mineros y los trabajadores pobres del campo y la ciudad continuaron sufriendo abusos y explotación.
En el siglo XIX, las nuevas naciones se caracterizaron por la inestabilidad política y social debido a las luchas por el poder y el predominio de las actividades agrícolas, afectadas por el latifundismo y el monocultivo.
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