CARACTERÍSTICAS
DEL ALUMNO (SEGÚN JEAN PIAGET)
Jean
Piaget es el principal exponente del enfoque del “desarrollo cognitivo”. Se
interesa por los cambios cualitativos que tienen lugar en la formación mental
de la persona, desde el nacimiento hasta la madurez. Mantiene, en primer lugar, que el organismo humano, al
igual que los otros entes biológicos, tiene una organización interna
característica; en segundo término, que esta organización interna es
responsable del modo único de funcionamiento del organismo, el cual es
“invariante”; en tercer lugar sostiene que, por medio de las funciones
invariantes, el organismo adapta sus estructuras cognitivas
Existen,
dice Piaget, las “funciones invariables” y las “estructuras cognitivas
variantes”, estas últimas son las que marcan la diferencia entre el niño y el
adulto. Veámos la función invariante llamada “adaptación”. Esta puede subdividirse en “asimilación”
y “acomodación”.
La
inteligencia es asimilación en la medida en que incorpora en su sistema todos
los datos dados por la experiencia. Al mismo tiempo el organismo “se acomoda” a lo que ha “asimilado”. Las adaptaciones
intelectuales, consisten en poner en progresivo equilibrio un mecanismo
asimilativo y una acomodación complementaria.
Inicialmente el organismo
actúa cuando entra en contacto con el entorno. Estas acciones iniciales son
todas abiertas y se coordinan
rápidamente en series, por ejemplo, el conjunto de acciones relacionadas con la
succión. Estas series de acciones coordinadas forman lo que él llama “esquemas”.
Los diversos esquemas que el organismo haya desarrollado en un momento particular
forman una “estructura”.
Según se va desarrollando
el organismo, sus estructuras cognitivas cambian desde lo “instintivo” a través
de lo “sensorio-motor” a la estructura “operativa” del pensamiento del adulto,
y Piaget sostiene una secuencia de cuatro estadios "epistemológicos"
(actualmente llamados: cognitivos).
Durante
los dos primeros años el bebé hace unos avances cognitivos enormes. ¿Por qué
aprende? Su motivación es la llegada de un acontecimiento que es percibido como
el causante de una perturbación de los sistemas existentes. Asimilándolo, el
bebé acomoda sus estructuras, desarrollando, por tanto, unas nuevas, y así el
equilibrio queda restablecido.
¿Cómo
aprende? A nivel sensorio-motor no existe distinción entre la percepción de una
cosa y la actuación en respuesta a la misma: en esta etapa el pensamiento es,
literalmente, acción. Se trata de un conocimiento “figurativo”, mismo que solo
tiene en cuenta los aspectos inmediatos de una situación u objeto, en cuanto
sus aspectos son observables para la persona.
Al principio esta acción
de adaptarse del bebé puede ser cosa de casualidad, pero se repetirá hasta que
gradualmente se desarrolla un nuevo esquema o se coordinan dos esquemas. Piaget
llama a este proceso una “reacción circular”. En estos primeros meses las
reacciones circulares primarias capacitan al bebé a moverse desde el esquema
reflejo de succión al esquema sensorio-motor, mas diferenciado, de chupar los
dedos o de ver un objeto y tocarlo por
separado, a tomar el objeto que puede ver.
Esta etapa ha terminado cuando el niño es capaz de representar
simbólicamente lo que conoce, de modo que lo que conoce no está ya ligado a lo
que hace.
La
etapa sensorio-motor termina cuando empieza la capacidad de simbolizar, pero no
se desarrolla plenamente hasta que el niño es “operativo”, es decir cuándo va
más allá de lo inmediato y transforma o interpreta lo que es percibido de
acuerdo con las estructuras cognitivas
que han sido desarrolladas .
¿Cuáles son, por tanto,
las características del pensar pre-operacional?
En primer lugar, aunque el niño es capaz de distinguir entre él mismo y
los objetos, no es capaz de concebir ninguna otra manera de experimentar los
objetos, si no es a su propio modo. Por ejemplo, si ponemos dos cubetas que le
caben la misma cantidad de líquido y las llenamos de agua, solo que una es más
alta y estrecha que la otra, el niño, al preguntarle cuál tiene más agua, nos
dirá que la más alta (pues solo atiende a esa variable, sin considerar el
ancho). El niño no sabe
“conservar”.
Otra característica del
pensamiento pre-operacional es su irreversibilidad. Habiendo pensado en un
razonamiento en cadena A, B, C, el niño no puede volver atrás y desenvolverlo
en C, B, A. Puede llevarle a un niño un
tiempo considerable, a veces hasta los 7 años, el darse cuenta de que si 2 + 2 = 4, entonces 4 – 2 debe ser
= 2. Así también
experimenta una gran dificultad para clasificar y serializar los objetos y
experiencias.
OPERACIONES
CONCRETAS (7-11 AÑOS)
De 7 a 11 años de edad. Cuando se
habla aquí de operaciones se hace referencia a las operaciones lógicas usadas
para la resolución de problemas. El niño en esta fase o estadio ya no sólo usa
el símbolo, es capaz de usar los símbolos de un modo lógico y, a través de la
capacidad de conservar, llegar a generalizaciones atinadas.
Alrededor de los 6/7 años
el niño adquiere la capacidad intelectual de conservar cantidades numéricas:
longitudes y volúmenes líquidos. Aquí por 'conservación' se entiende la
capacidad de comprender que la cantidad se mantiene igual aunque se varíe su
forma. Antes, en el estadio preoperativo por ejemplo, el niño ha estado
convencido de que la cantidad de un litro de agua contenido en una botella alta
y larga es mayor que la del mismo litro de agua trasegado a una botella baja y
ancha (aquí existe un contacto con la teoría de la Gestalt). En cambio, un niño
que ha accedido al estadio de las operaciones concretas está intelectualmente
capacitado para comprender que la cantidad es la misma (por ejemplo un litro de
agua) en recipientes de muy diversas formas.
Alrededor de los 7/8 años
el niño desarrolla la capacidad de conservar los materiales. Por ejemplo:
tomando una bola de arcilla y manipulándola para hacer varias bolillas el niño
ya es consciente de que reuniendo todas las bolillas la cantidad de arcilla
será prácticamente la bola original. A la capacidad recién mencionada se le
llama reversibilidad.
Alrededor de los 9/10
años el niño ha accedido al último paso en la noción de conservación: la
conservación de superficies. Por ejemplo, puesto frente a cuadrados de papel se
puede dar cuenta que reúnen la misma superficie aunque estén esos cuadrados amontonados
o aunque estén dispersos.
OPERACIONES
FORMALES
Desde los 12 en adelante
(toda la vida adulta).
El sujeto que se
encuentra en el estadio de las operaciones concretas tiene dificultad en
aplicar sus capacidades a situaciones abstractas. Si un adulto (sensato) le
dice "no te burles de él porque es gordo... ¿qué dirías si te sucediera a
ti?", la respuesta del sujeto en el estadio de sólo operaciones concretas
sería: YO no soy gordo. Es desde los 12 años en adelante cuando el cerebro
humano está potencialmente capacitado (desde la expresión de los genes), para
formular pensamientos realmente abstractos, o un pensamiento de tipo hipotético
deductivo.
Piaget
nos pone delante una teoría basada en el
funcionamiento biológico que acentúa que el desarrollo cognoscitivo es el
resultado de la adaptación activa del organismo al entorno, a través de la
asimilación y la acomodación. Como resultado de esto se desarrollan estructuras
cognitivas variables, que son, a su vez, esquemas coordinados, y que, al mismo
tiempo, se combinan para formar la inteligencia.
La
inteligencia, a nivel operacional, es el pensamiento y tanto la “inteligencia” como el
“pensamiento” han de distinguirse del “aprendizaje”.
la verdad que mientras no nos adentremos en estudiar un poco más de la psicología del niño no contribuiremos para que desarrolle su intelecto
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