Tres cachorros de licaón juegan cerca de una madriguera en el delta del Okavango, en Botswana. Entre los distintos nombres vulgares que se ha dado a estos cánidos está el de «perros salvajes africanos», porque se creía que eran animales de compañía asilvestrados. Los enfrentamientos entre estos cánidos y los humanos, con quienes compiten por el territorio, los han convertido en pasto de programas de exterminio. En el siglo XIX los ganaderos de vacuno llegaron casi a erradicarlos para proteger sus reses, pero también se les eliminaba simplemente porque eran considerados alimañas. Actualmente quedan menos de 5.000 licaones, lo que convierte a esta especie en uno de los grandes carnívoros más amenazados África.
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