Alguna vez te cuestionas sobre la dificultad en el aprendizaje
de la historia y su predilección por ser una de las materias más aburridas por adolescentes
y niños de todas las edades, te invitamos a descubrir las posibles causas y
soluciones..
Todas las personas poseemos un pasado histórico lleno de hechos
,fechas ,acontecimientos que van marcando nuestras vidas ¡ y van conformando
datos que hasta cierto punto dificultan la comprensión en cómo actúa una
persona ante cierta dificultad o circunstancia, lo mismo ocurre cuando
presentamos a nuestros escolares la materia de historia ya que, por ser una
materia abstracta necesita además el desarrollo de nociones espaciales y
temporales enfrentándonos con ello a diversas dificultades en el aprendizaje de
esta materia.
En estas presentes entradas se describen algunas dificultades que pude
rescatar al terminar de leer los textos de J.Leif y G.Rustin, así como el texto
de Buenaventura Tijerina, dando además posibles soluciones que pueden ayudar a
superar y mejorar nuestra práctica educativa en la enseñanza de la historia y
con ello lograr aprendizajes significativos.
En la asignatura de historia se hace uso de los relatos como
una herramienta para aproximar a los educandos con los hechos históricos, sin
embargo es una herramienta con doble intencionalidad, ya que con ello los
alumnos se confunden al grado de ver dicha verdad como una fantasía, quedando
por ende la historia como un simple cuento en el cual pueden encontrar las
hazañas de héroes y villanos, historias fantásticas con las que se favorecen sentimientos
y emociones, dejando en el trasfondo el verdadero sentido histórico que le pertenece
al acontecimiento relatado.
Ante dicha dificultad a la que nos enfrentamos, sugiero que
al alumno por muy pequeño que sea hablando en el ámbito de primaria se le muestren
hechos, personajes y acontecimientos tal y como han sucedido, es decir,
hablarles a los alumnos con un lenguaje entendible y claro sobre el hecho histórico,
hablémosles con la verdad, siendo esto posible por la adaptación del contenido,
analizando además lo sucedido para formular juicios de valor evitando en lo posible
las fantasías históricas.
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