En México las representaciones
dramáticas estaban unidas con la danza y la música, el llamado teatro náhuatl,
tenía como característica los diálogos entre personajes divinos y humanos;
divertimientos cómicos y expresiones de la vida familiar y social, así como
representaciones anecdóticas y semihistóricas.
Las representaciones de la
mitología náhuatl, fueron eliminadas por los conquistadores, pero las piezas
jocosas, se incorporaron al teatro que utilizaron los sacerdotes católicos,
para la evangelización; en el que predominaron los actos sacramentales,
misterios, alegorías, pastorelas y milagros del teatro castellano.
Se hicieron representaciones en el interior de los templos en los
atrios y en las plazas.
En la segunda mitad del siglo xvi se abre paso el teatro mundano, en
especial la comedia juglaresca, y aparecen los primeros, locales
corralones, tablados al aire libre,
adaptados para el teatro.
En el siglo XVII Juan Ruiz de Alarcón escribe 26 comedias como: “la
cueva de salamanca”, “mudarse por mejorarse”. Sor Juana Inés de la cruz escribe
autos sacramentales “el divino narciso” y comedias como “los empeños de una
casa” y “amor es más laberinto”.
El primer teatro mexicano es el coliseo viejo, entre 1805 y 1812
se pusieron obras de autores españoles como: Lope de vega y tirso de molina.
Consumada la independencia las pugnas políticas y la precariedad
económica no impidieron la actividad teatral en 1826, el cubano José maría
Heredia, retomó la crítica teatral y literaria.
Algunos dramaturgos transitaron del neoclasicismo al romanticismo, en
1853, se construye "el teatro de Iturbide", en 1861 había un buen número de
autores nacionales como: José peón contreras, José rosas moreno, juan a.
mateos, Vicente Riva palacio con temas históricos.
En 1905, la zarzuela vivió un prolongado auge, surge la revista
folklórica, que se tiñe de política a la
caída de Porfirio Díaz, en la revolución el género más gustado fue la revista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario