jueves, 29 de enero de 2015

Los tariácuri, sus ciudades y habitantaes

Tzintzuntzan, la capital del reino a la llegada de los españoles, era una ciudad planificada magnífica e interesante, y fue levantada alrededor del año 1450 d.C a orillas del lago de Pátzcuaro. Algunas versiones indican que su nombre significa “palacio del pájaro cantor”, y otras, “lugar de colibríes”, Tzintzuntzan contaba casi en el centro con un inmenso basamento rectangular adosado a los pies del cerro Yahuarato, que constituía un conjunto arquitectónico ritual, donde sobresalían las singulares yácatas. 
Las yácatas alcanzan los 12m de altura, en una planta rectangular y un añadido circular, y son cinco, sustentando cada una un templo donde se adoraban a los dioses. En la plataforma se situaba también el palacio del Cazonci. La ciudad tenía zonas residenciales para los nobles y miembros de la realeza, y otras para los de menor jerarquía, incluyendo los servidores que atendían el palacio real o se encargaban del tesoro, así como la gente común. Pátzcuaro, cuyo nombre completo es Tzacapu-Amúcutin-Pátzquaro que significa: “donde están las piedras a la entrada donde se hace la negrura.”. Pátzquaro puede traducirse literalmente: “donde se tiñe de negro” o “donde reina la sombra”. Se le ubicaba, igual que al Lago de Pátzquaro como “la puerta del cielo” y fue el lugar donde los purhépechas construyeron un recinto definitivo para el dios Curicaueri. Tariácuri lo hizo el centro más importante político y religioso de los purhépechas. Poco se conoce de sus características arquitectónicas antiguas, de la distribución que alcanzó y del sistema de construcción que se empleó. Se conoce que sus estructuras más importantes se ubicaron sobre una loma, en donde ahora se encuentra el Museo de Artes, el edificio de lo que fue el Colegio Jesuíta, el atrio del Templo de la compañía de Jesús, entre otras. Se indica que se tenía una plataforma sobre la que se levantaron los basamentos de los templos, y que la población se encontraba asentada en torno al gran centro ceremonial (Cárdenas, 1996).En la época de Tariácuri se calcula que la ciudad debió tener entre 20,000 y 25,000 habitantes. A la muerte de Tariácuri el señorío fue dividido en tres: Pátzcuaro, Ihuatzio y Tzintzuntzan, y de Pátzcuaro quedó como señor principal su hijo menor Hiquíngari (Corona, 1974). Ihuatzio; “lugares de coyotes”, se encuentra también como Pátzcuaro y Tzitzuntzan, junto al lago de Pátzcuaro, y empezó a crecer al consolidarse el dominio purhépecha. Tenía una gran plaza en la que se ubicaron tres yácatas. Contaba en parte con muros-calzada llamados watziris, y que eran construcciones alargadas de importante tamaño, cinco metros de altura, formadas por cuerpos escalonados y servían de caminos. Se encontraban otros watziris de menor tamaño que servían como defensa del sitio. Ihuatzio fue la única ciudad que contó con este elemento arquitectónico. En el sur del sitio se encontraba una construcción circular y casi cilíndrica que fue utilizada como mirador u observatorio estelar. Al norte se localizan dos estructuras de planta rectangular con cuerpos escalonados y parados (Cárdenas, 1996). A la muerte de Tariácuri, Ihuatzio fue capital de uno de los señoríos que se establecieron y quedó como señor principal Hirepan o Hiripan, uno de sus sobrinos. Se estima que Ihuatzio llegó a tener entre 10000 y 12000 habitantes .

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