Una
de mis preocupaciones en aquella época, igualmente válida hoy, eran las
consecuencias políticas que tendría ese tipo de relación entre padres e hijos,
que se haría extensiva después a la relación entre profesores y alumnos, para
el proceso de aprendizaje de nuestra incipiente democracia. Era como si la
familia y la escuela, completamente sometidas al contexto mayor de la sociedad
global, no pudieran hacer otra cosa que reproducir la ideología autoritaria.
Y
hoy tanto como ayer, aunque posiblemente con más fundamento hoy que ayer, estoy
convencido de la importancia, de la urgencia de la democratización de la escuela
pública, de la formación permanente de sus educadores y educadoras, y entre éstos
incluyo a los vigilantes, las cocineras, los cuidadores. Formación permanente,
científica, en la que sobre todo no debe faltar el gusto por las prácticas democráticas,
entre ellas la que conduzca a la injerencia cada vez mayor de los educandos y
sus familias en los destinos de la escuela.
La
realidad concreta que en parte la explica, puede empezar a cambiar a través del
cambio de lo concreto. Más aún, comprensión del mundo que puede empezar a
cambiar en el momento mismo en que el desvelamiento de la realidad concreta va
dejando a la vista las razones de ser de la propia comprensión que se tenía
hasta ahí.
Por
eso es preciso dejar claro que, en el dominio de las estructuras
socioeconómicas, el conocimiento más crítico de la realidad, que adquirimos a
través de su desnudamiento, no opera, por sí solo, la modificación de la
realidad.
Se
acaba de relatar, poner al descubierto la razón de ser de mi experiencia de sufrimiento
fue suficiente para superarlo. En este sentido, indudablemente me liberé de una
limitación que incluso perjudicaba mi actuación profesional y mi convivencia
con los demás. Y terminaba por limitarme también políticamente. Por eso,
alcanzar la comprensión más crítica de la situación de opresión todavía no
libera a los oprimidos. Sin embargo, al desnudarla dan un paso para superarla,
siempre que se empeñen en la lucha política por la transformación de las
condiciones concretas en que se da la opresión.
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