Después de septiembre de
1821 Iturbide había quedado como Presidente de la Regencia, pero el trono
seguía vacío, y el Plan de
Iguala estipulaba un gobierno de monarquía moderada por un
Congreso. La primera medida que se tomó fue crear una Junta Provisional de
Gobierno que, como su nombre lo indica, se encargaría de gobernar hasta que
hubiera un emperador. Acto seguido, se mandó una carta a Fernando VII en la que
se le invitaba a él o uno de sus familiares a que aceptara el trono mexicano.
Escaso tiempo pasó para que las diferencias ideológicas entre los mexicanos
estallaran y muestra de ello fue el Congreso que se formó para que detentara el
poder legislativo. En su interior se podrían encontrar tres tendencias:
monárquicos, republicanos y borbonistas. Los primeros -monárquicos- apoyaban la
monarquía moderada que se había plasmado en el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba , y no les desagradaba la idea de
que el propio Iturbide terminara coronándose como el emperador del país.
Los
republicanos, en su mayoría insurgentes que pelearon a la causa de 1811 y 1812,
temían que el imperio se terminara convirtiendo en un común régimen absolutista
que esté a las manos de Iturbide; ellos proponían copiar el patrón de gobierno
de los Estados Unidos que hasta el momento iba funcionando muy bien. Los
borbonistas estaban indecisos y a mitad, estaban dispuestos a apoyar a
cualquiera de estas opciones dependiendo de quien sería el monarca y aclaraban
que si no veían para gobernar a un rey de la casa Borbón, preferirían
inclinarse por un gobierno republicano.
La situación empeoró cuando llegó la
respuesta del rey de España donde afirmaba que ni él y ninguno de sus
familiares adquirirían el trono mexicano puesto que no reconocían la
independencia de la Nueva España. La noticia cayó como balde de agua fría en
México pues alternaba los planes que se tenían.
En cambio, los que más se
alegraron fueron los iturbidistas, pues imaginaban a su líder como máximo
gobernante del país. La noche del 18 de mayo de 1822 el sargento Pío Marcha encabezó una manifestación en donde participó
una multitud fogosa que recorría las calles de la capital aclamando a Iturbide
como emperador y gritando: "Viva Agustín I, emperador de México".El 19 de mayo se reunió
el Congreso, Iturbide manifestó que se sujetaría a lo que decidieran los
diputados, representantes del pueblo, mientras tanto la gente aclamaba.
El
Congreso no podía contener a la multitud exaltada, y se dieron dos
alternativas. El consultar a las provincias o proclamarlo inmediatamente.
Iturbide insistió en la primera opción. Los diputados del Congreso votaron en
secreto, el resultado fue de sesenta y siete votos a favor de hacerlo
inmediatamente contra quince por consultar a las provincias.
La coronación se llevó a
cabo el día 21 de julio de 1822 en la Catedral de México, él y su esposa Ana
María Huarte fueron nombrados emperador y emperatriz del
Imperio mexicano. De igual modo la bandera del gobierno de Agustín Iturbide fue
modificada por él mismo con franjas verticales con el orden de verde, blanco y
rojo, además del águila real coronada sobre un nopal, en representación de la
leyenda náhuatl.
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