Para Francia
los resultados de la Revolución le ocasionaron conflictos internacionales que
la enfrentaron con algunas monarquías europeas que estaban en contra de su
sistema republicano, ya que había eliminado a la monarquía y los privilegios de
la nobleza.
En 1799, el
general Napoleón Bonaparte se apodero del gobierno de Francia, y sometió a
varios países europeos pero su gran adversario era Inglaterra, Para vencerla
aplico un bloqueo continental, mediante el cual obligo a varios gobiernos
europeos a cerrar sus puertos a la entrada de mercancías inglesas.
Napoleón invadió Portugal y España en 1808 y obligo al rey
Carlos IV a abdicar a favor de su hijo Fernando VII, quien también tuvo que
renunciar al trono; y Napoleón nombro como rey a su hermano José
Bonaparte y como consecuencia estallo en España una sublevación para devolver
el trono a Fernando VII, pues consideraban ilegitima la imposición del rey
francés.
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