lunes, 11 de agosto de 2014

La esperanza de saber que Alguien te ama



Abrirte una rendija
Abrirte una rendija



Lo sé por tu Palabra: amas al hombre. A ese hijo tuyo que tantas veces te ha negado. A ese ser débil y frágil que promete ser honesto y no lo cumple. A esa creatura que piensa, sueña, ama, y sucumbe ante el egoísmo, el placer, el dinero.

¿Por qué buscas al hijo rebelde? ¿Por qué abres puertas para que pueda encontrarte quien te ha rechazado tantas veces? ¿Por qué esperas a quien vive envuelto en autoengaños de poder y de soberbia?

Me cuesta entender esa paciencia infinita de tu Corazón. Dios, si no fueras tan bueno, hace ya mucho tiempo que nos habrías abandonado a nuestra suerte.

Sin embargo, sigues tras mis huellas. Esperas a que te abra una rendija, una pequeña grieta en mi alma.

Si algún día dejo de lado mis miedos, mis avaricias, mis complejos; si, tal vez en este momento, permito que tu Palabra limpie la sangre de mis heridas, empezaré a descubrir un mundo maravilloso de amor sin límites, de servicio alegre, de esperanza filial.

Sólo me hace falta abrirte una rendija. Permitir, por un momento, que mi tiempo ya no sea mío, para dejarte decirme, al oído, tu gran sueño: ven a casa, hijo mío, y celebremos juntos un banquete de perdón, de paz, de alegría plena... 

2 comentarios:

  1. ¡Que hermoso! Compañera Jose. es cierto que uno es ingrato, que cuando lo necesitas el esta contigo, y cuando sientes que no lo necesitas en esos momentos, porque no te acuerdas de el, también esta contigo. Solo el tiene esa paciencia. Solo nuestro señor Jesucristo. ¡Hermoso!

    ResponderEliminar
  2. Jose tu siempre tan linda, con tus dulces palabras y dando apoyo a quien lo requiere. Saludos

    ResponderEliminar