viernes, 1 de agosto de 2014

ANÁLISIS DEL MUNDIAL.





El campeón aplastado.

El Mundial comenzó con sorpresa. Quizás más bien con decepción. La entonces vigente campeona, España, fue humillada en su primer partido ante Holanda por un contundente 1-5. La confirmación de la debacle vino cinco días después, con la derrota ante Chile. La selección dirigida por Vicente del Bosque se mostró como un equipo sin alma ni ambición y quedó eliminada en solo dos partidos ante el asombro del mundo. De ganar el anterior Mundial y las dos últimas Eurocopas a dar una imagen bochornosa y quedar fuera a las primeras de cambio.
 
Sorpresas y decepciones.

El mejor fútbol fue protagonizado por Colombia. De la mano del joven James Rodríguez y rodeado de jugadores del talento y el trabajo de Cuadrado, Carlos Sánchez, Teo Martínez, Zuñiga, Armero o Jackson Rodríguez, y unido a la experiencia de Yepes y Zapata, el combinado sudamericano sorprendió a todos e hizo soñar a todo un país. Una de las grandes decepciones fue la selección de Portugal. Encuadrada en un durísimo grupo, pagó caro su desastroso estreno ante Alemania (goleada por 4-0), resultado que le lastró hasta el final. No pudo superar a Estados Unidos y la victoria ante Ghana fue en balde, el golaveraje la dejo fuera. Tampoco fue este el Mundial de Cristiano Ronaldo. El jugador luso llegó a Brasil lesionado, jugó renqueante los tres partidos y dijo adiós al torneo con un solo gol y la frustración de no tener compañeros que le ayudaran a pasar de grupo mientras él recuperaba su mejor forma. Otro tren que se le escapa a Cristiano en su afán de convertirse en uno de los grandes de la historia.

Mineirazo inolvidable.

Cada tanto fue como una puñalada en pleno corazón de Brasil. Los goles llovieron sin descanso ante la mirada perpleja del público local, que veía como no solo Alemania les alejaba del sueño de levantar la copa en su casa, sino que también le propinaba la mayor humillación de la historia del fútbol. 0-5 en solo 30 minutos, 1-7 al final y la sensación de que los germanos podían haber marcado alguno más si hubieran creído.

Una final digna de Copa del Mundo.

Pese a que Alemania era clara favorita, la final fue más igualada de los esperado e incluso Argentina mereció, al menos, no perder. La victoria germana hizo justicia al que fue el mejor equipo del torneo.

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