Limpieza
En la época del Renacimiento, el dinero a menudo escaso y el agua caliente corriente no había sido inventada. Los baños calientes no eran nada como los baños de hoy, sino simplemente una bañera grande de metal, llena con agua caliente. El hombre de la casa siempre tenía el privilegio del primer baño y luego era seguido por todos los otros hombres de la casa. Las mujeres tenían que esperar hasta que todos los hombres estuvieran limpios, después de eso se les permitiría bañarse. Las mujeres fueron seguidas por los niños y los bebés eran los últimos. En este punto, el agua estaba tan sucia que se asemejaba a un desastre lodoso. Aquí es de donde viene el famoso dicho de "no tirar al bebé con el agua del baño", que se ríe del hecho de que el agua estaba tan sucia que no se podía ver a través de ella.
Comer
En la época del Renacimiento, los alimentos a menudo eran escasos y no había una amplia gama de diferentes tipos de alimentos disponibles. El pan era horneado diariamente y dividido entre pueblos y ciudades pequeñas. Sin embargo, el pan era dividido en términos de clase social. Los ricos obtenían la parte deliciosa y blanca de arriba del pan, mientras que los pobres recibían la cara inferior quemada. La familia de los ricos obtenía el medio del pan y los invitados de los ricos se quedaban con la parte superior o la "corteza superior".
Vivienda
La vivienda era muy básica en la época del Renacimiento y las casas fueron hechas de paja gruesa y tejados de paja. Los propietarios de animales solían dejarlos en sus hogares y tejados, pues era el único lugar para mantenerlos abrigados. Si había mal tiempo o llovía mucho, el techo se volvía resbaladizo y los animales se caían y posteriormente descendían a la casa. De aquí es donde viene el famoso dicho: "¡están lloviendo perros y gatos!".
Bebida
Muchos utensilios de cocina, como los vasos, estaban hechos completamente de plomo. Cuando los hombres bebían whisky o cerveza en esos vasos, la combinación del petróleo y alcohol afectaba tanto a su cuerpo que las personas quedaban inconscientes por días. Si los encontraban, nadie podía determinar si la persona estaba viva o muerta, así que solían recolectar los cuerpos, ponerlos en la mesa de la familia y esperar que se despertaran. De aquí viene la expresión "organizar un velorio".
Interesante información Ale, y a la vez chusca, por eso de los refranes, además nunca me hubiera imaginado que en el renacimiento los bebés fueran bañados con el agua que ya había pasado por hombres y mujeres. Cómo quedarían, con el agua tan sucia.
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