sábado, 4 de octubre de 2014

PARTE II DE LA SEXUALIDAD Y EL ROL DE GÉNERO EN LA EPOCA NOVOHISPANA


En la época colonial a pesar de que la iglesia ya tenía bajo control el pecar sexualmente todo era una hipocresía para conveniencia de la misma ya que los mismos religiosos no podían con su lujuria, se daba el acoso a las mujeres por parte de los religiosos por el poder tan grande que poseían, como lo es el caso de “Fray  Miguel de Oropeza franciscano de treinta años, quien al confesar a una india  <<tuvo acceso carnal con ella en un rincón de la iglesia de Tepeaca>>, continuo después con la confesión  para absolverla de sus pecados, entregó al marido una jícara de cacao para que no <<armara escándalo>> conociendo el valor para el intercambio que entre los indios  tenían estas semillas; denunciado por otro religioso, fray Miguel recibió los siguientes castigos a su falta: escuchar misa en paños menores y con vela en las manos, una disciplina de azotes  a manos del guardián y otros frailes en presencia del secretario del Santo Oficio, a pan y agua sin salir del convento y sin poder confesar”. (Quezada, 1996). Otro caso fue el del Clérigo Francisco de la Vera quien se acostaba con varias mujeres y a cambio les daba objetos personales o para la casa. “Todo esto era conocido  por la gente del pueblo de Nochistlán; además era conocido que tenía  una manceba mestiza en la ciudad de México; algún marido o padre ofendido le dejó lo siguiente: Padre de Nochistlán,  pues tenéis larga la coleta, ten queda la bragueta”. (Quezada, 1996). 
En la época Novohispana los que más disfrutaban y abusaban de las mujeres eran los religiosos por el poder que tenían y porque la mayoría que ingresaba a este campo lo hacía por el acceso económico no por vocación. Pero los hombres en general se creían dueños de las mujeres por lo que era muy común el cometer incesto de padres a hijas y hermanos a hermanas. Aquellas mujeres que no tenían un hombre que las protegiera estaban expuestas al adulterio y prostitución, para solucionar problemas económicos y subsistir. Por otra parte el hombre buscaba la felicidad sexual en una relación extraconyugal, Cometida con mujeres casadas o prostitutas las cuales eran utilizadas para salvaguardar la virginidad de las doncellas.   



En esta época se comienza a ver muy claro la distinción, discriminación, abuso y maltrato de la mujer, donde su rol era: ser ama de casa, educadora de los hijos, objeto sexual y su placer del mismo se daba a través de la maternidad. Era educada para atender al  varón con la conciencia de que le iba a ser infiel y nunca podría divorciarse. El hombre estaba destinado a la búsqueda de la fortuna y el poder, como pretexto la religión da la explicación de que el hombre es representado por Dios por ser del mismo género y debe someter a la mujer que le hizo desobedecer a Adán para evitar caer en el pecado de la seducción.  Sin embargo es notorio que esto, solo es una justificación a la falta de voluntad y el buen uso de la libertad que el hombre tiene y para escudarse de su abuso contra la mujer y la obtención del poder. “El concilio de Trento estableció  la forma en que se debía realizar el ritual del matrimonio, el objetivo de las relaciones entre hombres y mujeres los encargados eran obispos y sacerdotes, los cuales conocían a los feligreses e influían en su comportamiento por ejemplo se prohibía la fornicación, el adulterio, incesto, estupro, rapto, pecados contra natura por ejemplo homosexualidad o masturbación y el sacrilegio”. (Lavrin, 1991).  



2 comentarios:

  1. Interesante te información Marce, afortunadamente ahora en estos tiempos nuestro sexo es un poco más valorado.

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  2. Bien Marce, muy importante tu tema, lo bueno es que ahora ya no se practican esa clase de castigos hacia la mujer.

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